Y todo lo que escribo son sentimientos rotos, sentimientos que han sido destruidos a través del tiempo que he vivido, demasiado frágil para un mundo devastador. La dura realidad me golpea en la cara, justo para que me de cuenta de que debo reaccionar y cambiar algo en mi, demasiada compasión y amor por otras personas, descuido mi bienestar para preocuparme por otros y ¿Qué recibo a cambio? Un golpe mas.
Nunca debes dar lo mejor de ti, a menos que lo merezcan y nadie merece lo mejor que puedes dar, puedes mostrar algo bueno de ti, pero no darlo todo, porque se aprovechan de eso y buscan la manera de acabarte, esa es la fría y cruel realidad, tu estabilidad está en ti, pero lo que te rodea te puede afectar y lo hace, por eso hay que forjar un corazón de hierro para reemplazar el nuestro, pero sin olvidar que somos humanos y que debemos sentir en algún momento de la vida. Sinceramente, los únicos que merecerán lo mejor de nosotros, serán nuestros hijos, la única razón por la que una persona da y daría todo, porque ese amor es único, porque no existe nada igual, ese vínculo es lo mas sagrado de este mundo y por esa razón le doy gracias a Dios por darme unos buenos padres.
Aunque hayan sentimientos rotos, se sigue adelante y se lucha para ser feliz.
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