Sueño

lunes, 30 de julio de 2012

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Estaba en una colina alta, solo había un árbol, en el estábamos juntos, ella dormía, la tenía entre mis brazos, la protegía de todo mal, se veía tierna, tan indefensa, no quería que nada le sucediera, ella era todo para mi, en ese momento ella se movió, en su momento de descanso, brotó una sonrisa de su rostro, ella era feliz, eso me hacía el hombre mas afortunado de este mundo, si, la amaba demasiado, en el mundo no existe algo igual, era único lo que sentía por ella, en su imaginación no cabe lo que aquella hermosa mujer significaba para mi, no podría dejar de vivir ni aunque alguien atentara contra mi vida, ¿Por qué? Era simple, con ella me sentía inmortal y si llegaba a morir, revivía porque el amor es tan grande que lo puede todo cuando es puro y sincero, lo sé, suena ilógico e imposible, pero aquellas cosas imposibles son las que nos hacen ser lo que somos, por aquellas cosas que luchamos y vivimos día a día, yo vivía para protegerla y dejarla sola en aquel basto mundo lleno de crueldades, no estaba entre mis posibilidades, ni siquiera lo pensaba.

Amistad

domingo, 29 de julio de 2012

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No sé que pienso, no sé que siento...

Cuando alguien te promete estar ahí, cuando alguien te promete que no se alejará pase lo que pase, confías en que cumplirá sus promesas. Hablo de amistad.

Si me pusieran a elegir entre el amor y la amistad, sé que es una decisión muy difícil, muchos eligen el amor, otros la amistad, pero ¿Qué los lleva a tal decisión? Pues simple, el tiempo. El tiempo que lleves con el amor de tu vida, el tiempo que lleves con tus amigos verdaderos, pero no se detienen a ver que la amistad vale mucho más que el amor... "Una amistad sincera dura toda la vida, en cambio un amor..." Pues ustedes ya sabrán el resto.
Si cambiara mis amistades por el amor, cuando el amor se vaya, me habrá alejado de todo, estaré solo, sin nadie, mis amigos que una vez estuvieron allí y que me apoyaron, los alejé, por simple capricho de la otra persona, en el fondo nadie quiere alejarse de sus amigos, pero el amor los hace ciegos, le muestra a las personas que en el amor está todo, no es así. Al final cuando no tienes amor, ni amistad te darás cuenta de lo que valen tus amigos, porque aunque los hayas alejado, ellos estarán ahí con los brazos abiertos para decirte "Te extrañé amigo".
Por eso en mi pensamiento, nunca le pediría a la persona que amo, que se aleje de sus amigos, no porque algún día me iré, no, sino porque sé que son parte esencial de la vida de cada persona, lo que los rige y los mantiene estables, quienes apoyan y dan consejos, quienes no juzgan, quienes se colocan en el lugar de esa persona si viene una bala a asesinarlos, esas personas que llamamos amigos, nos salvan día a día de la temida soledad, esas personas son tu familia, aunque no corra tu sangre en sus venas, así se sienten, así viven.

No pretendo cambiar el pensamiento de nadie, cada quien piensa a su manera, solo quiero hacerles ver que deben valorar a sus amigos, esos que están en las buenas y en las malas, esos con los que pelean y se ríen al segundo, esos que tratan como si fuera un hermano, valoren sus amistades. Tampoco les digo que dejen de valorar el amor, es tan importante como la amistad, pero recuerden que cada amor, trae su paquete de amigos, colóquense en el lugar de esa persona, ustedes también tienen amigos, recuerden.

Tu eres mi luna, la que ilumina mi oscuridad

sábado, 28 de julio de 2012

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Era una noche oscura, las nubes ocultaban la luz de la luna, ocultaban su belleza, me sentí frustrado al no poder verla.

Estaba desahuciado, pasaba por una crisis de salud, hace muchos días atrás, había estado en el hospital, no podía creer cuan mal estaba, como era de esperar, los doctores solo mandaban pastillas, reposo y sus formulas mal escritas, recuerdo aquella noche, fue una de las peores que he vivido.
Caí al suelo, con un profundo dolor en mi corazón, era una punzada fuerte, comencé a sudar frío, estuve fuera de mi por un momento, me vi en el frío suelo, destrozado, me llevaron rápidamente a urgencias, me entraron en silla de ruedas y luego me pasaron a una camilla, la enfermera sin delicadeza alguna tomó mi mano, colocó una destroza, era fría, sentí como aquel liquido recorría mis venas, desde mi mano hacia el resto del cuerpo, me congelaba en ese lugar, llegó mi madre, me cubrió con algo, no recuerdo que era, luego un doctor, me hizo levantar en mi estado, no pude con mi alma, estaba demasiado débil, el dolor era muy intenso, terminó de recetar los medicamentos y luego esperamos a que el liquido de la destroza entrara por completo dentro de mi, me dormí, luego desperté, ya era momento de irnos, estaba un poco mejor, pero no del todo.
Al llegar a mi casa, fui para mi cama, allí me tendí, después de varios días comencé a hablar con alguien, esa persona es muy atenta, estaba pendiente de mi salud y me cuidaba, comencé a contarle cosas, a hablar mucho con ella, luego no pasaba ningún día en el que no habláramos, se convirtió en un ángel, sí, eso es ella, nadie puede conseguir una persona así de hermosa en el mundo, tuve suerte, supe que había encontrado un tesoro, así como la luna, ella estuvo conmigo cada noche en la que me mantuve enfermo, hasta que me recuperé completamente.

Olvidar

viernes, 27 de julio de 2012

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Comienzo recordando todos y cada uno de los momentos que pase junto a ti, no entiendo como después de tanto tiempo, solo pensarte me causa tanto dolor, una herida que ya cicatrizó, duele por dentro, la fría y oscura noche penetra fuertemente dentro de mi corazón, te recuerdo por aquel dolor que sentí el día en que me decepcionaste por primera vez, creaste una racha, suponía que intentabas romper algún récord conmigo, sí, eso suponía, para hacerlo divertido y menos doloroso, soporté mucho, te entendí, te di mi amor, quise cuidarte de quien te quisiera hacer daño, pero nadie me cuido a mi, tu no lo hacías, tu no estabas en mi vida para cuidarme, ni hacerme feliz, estuviste para destruir mi corazón física y emocionalmente, nadie me cuido de ti, nadie me apartó.


Colores

miércoles, 25 de julio de 2012

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Aquel día caminando por un campo verde, iluminado por la luz del sol, que brindaba claros destellos a un pequeño lago cristalino, me acosté a ver las blancas nubes que paseaban empujadas por el viento atravez del cielo azul, una que otra nube traía una forma para jugar con la imaginación.
Los animales cantaban, un pequeño canario amarillo, revoloteaba sin cesar al rededor del tronco café de un árbol, al oírlo cantar su bella melodía, la recordé a ella en su vestido rojo, recogiendo naranjas grandes y frescas. Ella era tímida, pero cuando la conocías sabías que habías encontrado una gran persona, agradaba a los animales, cantaba y alegraba las grises mañanas de cualquiera.



Hoy iba a encontrarme con ella, estaba demorado, sentí vergüenza por llegar tarde, al verla, sus rosadas mejillas se tornaron más intensas, se sentía apenada, eso la hacía ver más tierna, más dulce y más bella, en esta ocasión iba con un vestido violeta, combinaba con el atardecer, que de azul cielo pasó a violeta. La luz del sol hacía que su rostro resplandeciera, para mi era un ángel, nos sentamos a observar y esperar que el sol desapareciera completamente, sentía su suave piel tocar la mía, su cabello dorado caía sobre su hombro, su mirada tierna, llegaba a lo más profundo de mi alma, me conocía, solo con tocarla, mirarla, tenerla cerca mi mundo se transformaba, no había oscuridad, solo su hermosa sonrisa.

Veía los colores vivos, porque ella existía y yo era feliz.

Va más allá

martes, 24 de julio de 2012

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Retorcida era la idea de quedarnos en aquel sitio, donde muchas muertes habían tenido lugar. 

Éramos tres personas que debíamos estar por una noche en una casa de reposo para ancianos, el lugar estaba abandonado, hace muchos años hubo una epidemia de una enfermedad desconocida, arrasó con todas las personas que aquí vivían, no permitieron la salida de nadie, dejaron que todos murieran de la forma más cruel e inhumana que existe, encerrados, cuentan que se escuchaban los gritos de las enfermeras y los ancianos pidiendo auxilio, como buscaban alguna salida para respirar, arañaban las puertas y ventanas, luego de varios días, todo cesó y no le permitieron a nadie acercarse, por temor a que alguien resultara infectado, desde entonces ha estado vacío. 



¿Por qué debemos estar una noche aquí? Una estúpida apuesta que mi hermano hizo, odio las apuestas, pero es mi hermano y debo acompañarlo, por cierto se llama Daniel. Son las seis de la tarde, preparamos todas las cosas para esta noche, muchas linternas, se supone que debemos grabar, no tenemos nada para hacerlo, bueno, solamente nuestros celulares, así que con eso nos defenderemos durante esta noche. La otra persona es un amigo muy cercano nuestro le decimos Jota, yo soy Luifer. Caminamos a la parte trasera del edificio, las puertas estaban abiertas, podíamos entrar fácilmente, todo estaba frío, destruido, se veían las paredes arañadas, se sentía la tensión del lugar, cientos de personas habían muerto y nosotros estábamos a punto de perturbarlos. 
Oscurecía, cerramos la puerta trasera para que no entrara ningún animal, ni el frío de la noche, ya nos bastaba con tener ese frío espectral que nos acechaba en ese edificio, en busca de un lugar amplio donde pudiéramos instalarnos para dormir, se escucharon varios ruidos que se nos hicieron extraños, pero no le prestamos mucha atención, llegamos al salón en el que se suponía las personas veían televisión y se sentaban para descansar, fue el lugar más amplio que encontramos, luego de colocar todo en orden, vimos que ya era bastante oscuro, así que encendimos las lámparas. —Jota termina allá y sacas algo de comer de ese bolso. Le señalé el bolso más grande, él terminó de encender la última lámpara y nos trajo algo de comer a ambos. No habíamos terminado de comer cuando sentimos unos pasos mojados corriendo por el pasillo, nos levantamos y tomamos las linternas, vimos hacia ambos lados del pasillo pero no había nada, ni siquiera el suelo estaba mojado. 
—Aquí hay algo, los tres escuchamos lo mismo —dijo Daniel.


Como la lluvia

lunes, 23 de julio de 2012

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Al parecer, sólo escucho gotas caer, sin pensar en otra cosa, me inmerso dentro de cada una de ellas, cada una es una historia, una persona que vive en este mundo, puedo ver y sentir las que van cayendo cerca, el resto solo verlas y otras son invisibles para mi, ¿Por qué me gusta tanto la lluvia? Es simple, es agua, es vida, mantiene la tierra húmeda, alimenta los árboles, refresca el ambiente, es fría, me recuerda que para mantener el calor de mi cuerpo, posiblemente necesite a otra persona.


Aquella persona que siempre pueda mantenerte caliente en un lugar frío, esa persona que te haga sonreír en momentos tristes, que te haga reír cuando hay enojo, sólo esa persona podrá llegar a tu corazón, recorrer tus nervios, tu mente, todo tu cuerpo. Sólo esa persona puede tener el poder de hacerte daño, pero prefiere hacerte feliz, hacerte sonreír, porque tu felicidad es su felicidad.
Así como pueden ver, la lluvia me conecta con la persona que tiene mi corazón, la principal razón por la que amo la lluvia, es el momento, el presente, si no la disfrutas, habrás perdido una experiencia que querrás recordar con tus sentidos, mas no con tus pensamientos, no hay nada mejor que recordar las cosas que te hacen sentir bien, pero no debemos acostumbrarnos a eso, así como la lluvia, las personas se van, sólo nos queda el recuerdo, la posibilidad de creer que algún día volverá.


Solo fue la oscuridad y sus retorcidas mentes

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En una casa olvidada por los hombres, me encontraba aquella noche.

Hacía frío, estaba solo con una linterna para iluminar el camino, me dirigía a la casa que tenía en frente, posiblemente el único lugar seguro que encontraría por toda la zona o eso pensé. Al llegar a la puerta, intenté abrirla, no tuve que hacer mayor esfuerzo, la cerradura estaba rota, un sonido tétrico se hizo lugar en mis oídos, odio el sonido de las puertas chirriantes. Caminé despacio dentro de la casa, estaba decorada de un tipo colonial, algo antiguo, conservador. Tenía muchos cuadros llenos de polvo, estantes con muchas vasijas y copas, busqué una forma de encender unas lamparas de aceite que había visto, por suerte llevaba un encendedor en mi bolsillo, después de encender las lamparas de aceite, escuché un ruido extraño en la puerta de la entrada, así que me levanté y caminé hacia ese lugar, si, la puerta de la entrada estaba abierta, debió haber sido el aire, busqué una silla para bloquear la puerta y poder estar tranquilo. Me aventuré a caminar el resto de la casa, estaba toda llena de polvo y de mantas blancas que cubrían los muebles, no encontré nada fuera de lo normal. Me mantuve despierto por mucho tiempo, no tenía reloj, por esa razón no sabía que hora era.

Aquella noche

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Era una noche lluviosa en la que debías mantenerte resguardado para que el frío y la humedad no te alcanzaran. Estaba yo en mi cuarto, vi la luz de un rayo iluminar mi habitación, luego de unos cinco segundos, se escuchó el gran estruendo. Eran no un poco mas de las dos de la mañana, aun no conciliaba el sueño, mientras, veía por la ventana el torrente de agua caer, confieso que me agradan las noches así, que podría mantenerme despierto hasta que cesara la lluvia, pero no era esa la razón por la cual aun no lograba dormir. Se trataba de ella y de su ingrata forma de pasear por mis pensamientos, danzaba con una bella melodía por toda mi mente como si fuera un salón de baile, debo admitir que se veía preciosa, llevaba un vestido azul, le llegaba hasta las rodillas, parecía una princesa, sólo le faltaba una tiara.
Se preguntarán cómo es físicamente, pues, es de piel blanca, sus ojos café oscuro, una nariz proporcionada a su rostro, de mejillas rosadas, su cabello negro; largo hasta la mitad de su espalda, no mide mas de un metro sesenta, esbelta y atlética, siempre sonriente, esa es ella. ¿Por qué pienso en ella? Se robó mi razón y a cambio dejó su imagen plasmada en mi mente, me considero demente por haberlo permitido. No me es posible amar, no de la manera en la que ustedes lo hacen, simplemente porque no me dan razones para hacerlo, sin razones no hay posibilidad de tal cosa o eso suponía, ella llegó y destruyó esta idea, en este instante es absurda la manera en que la amo, la manera en que la pienso y me brota una sonrisa de solo tenerla danzando en mi mente. No han pasado ni cinco minutos desde que cayó el ultimo rayo, llueve más fuerte y el estruendo de las gotas golpeando el techo, me hace pensar en aplausos, ella termina su danza y recibe un húmedo aplauso, lo sé, cuando pienso en ella no se me dan los chistes.

Bienvenidos a mi mente

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Bienvenidos a este, mi lugar para descargar mi imaginación, todo ese mundo lleno de preguntas, imágenes, recuerdos y sensaciones plasmadas para ustedes lectores, para que conozcan y logren sentir lo que vivo dentro de mi mente.
Esto lectores, es ser de mente demente.