Día por día

jueves, 30 de agosto de 2012


¿Les ha pasado que miran sin mirar? Esa horrible sensación que los inunda, eso que llena su cuerpo de angustia y desesperación, eso que hace que les den ganas de arrancar cada extremidad de su cuerpo, eso que no los deja respirar, lo que les quita la seguridad.
Nada tiene sentido, su mundo una vez mas se desmorona ante él, todo es plano sin cambios, ese miedo de que todo siga igual, lo consume completamente en la realidad; todo va como el teme. Su vida destruida, su razón desaparecida, su dolor con una sonrisa despreciable, lo abraza. No puede controlar nada en su interior, aquel hombre que era fuerte y había superado todo, está nuevamente derribado.
La idea de desaparecer del mundo, se le hace mas tentadora cada día que pasa, no tiene motivaciones para seguir adelante, todo lo ha perdido.

Aquella mañana, muy temprano se miró al espejo, no encontraba sus pupilas, habían desaparecido, sus demacradas ojeras, no disimulaban su falta de humanidad, esa que se había perdido a lo largo de todo lo que había ocurrido, lavó su rostro e intentó sonreír; su alma tan pesada, llena de dolor y lágrimas, no permitió que sus labios se curvaran y dibujaran una sonrisa, estaba completamente desahuciado.
Su angustia consume cada parte de él, el tiempo y el espacio conspiran en su contra para que todo sea mas difícil, todo es mucho mas lento y doloroso. Se siente como un muñeco, vacío sin corazón, así como aquel muñeco que un niño deja abandonado porque tiene uno nuevo, tirado en el suelo sin poder levantarse, porque necesita de algo para poder tener vida. Ese algo no está, ese algo se perdió y se destruyó; parece que nunca hubiera existido.



Camina hasta un sillón, se tumba. Sus pensamientos lo llenan, estruendosos en su cabeza, como gritos desagradables, como miles de personas aglomeradas en un solo lugar, llegan cada uno de ellos, que lo atormentan, le quitan la calma. Sin historia, sin pasado, simplemente estando en una fría realidad que lo asecha con unas insaciables ganas de hacerlo pedazos. No piensa más allá de lo que sucede en su presente, aprendió que la vida se vive en el momento y no en las ilusiones que te crea la mente, esta sucia jugada que te hace, te crea expectativas, luego te golpea muy fuerte y te dice que nada es así, que la vida es más cruel de lo que en aquel cuadro de colores te pinta, te ataca con ese mismo cuadro de colores, lo destroza ante ti, desgarrando tus sentimientos, abriendo en pedazos tu alma... La vida se vive en el momento —piensa en voz alta. este muñeco, que parecía un títere sin titiritero, se había percatado de algo en su infinita y despreciable lluvia de pensamientos, empapado en ideas, solamente había alcanzado a tomar una, en realidad, le cayó justo en la palma de su mano, ni se inmuto por atraparla y allí se encontraba con una increíble verdad. Aun con esto, no le quedaba nada en el mundo, todo había desaparecido, todo lo había abandonado, no sabía que hacer.
Mientras dormía, sintió como aquella pequeña niña que llegaba cada noche a sus sueños, lo abrazaba. Después de cinco noches sin verla, se sintió aliviado, una vez mas ella se encontraba con él. Al despertar, vio que muchas cosas habían cambiado, se sentía renovado, pero aun le faltaba algo, aun no estaba completo.

No piensa en otra cosa, busca eso que le falta, pero sin dejar de vivir cada día, sin dejar de vivir en el presente. Busca cuando tiene la oportunidad, a veces siente que lo ha encontrado, pero es falso, sabe bien que cuando lo encuentre, no se dará cuenta; lo hará cuando sienta la satisfacción de haber vivido su vida, día por día en su presente, aprendiendo de su pasado y sin afán de conocer el futuro.


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