Tu eres mi luna, la que ilumina mi oscuridad

sábado, 28 de julio de 2012


Era una noche oscura, las nubes ocultaban la luz de la luna, ocultaban su belleza, me sentí frustrado al no poder verla.

Estaba desahuciado, pasaba por una crisis de salud, hace muchos días atrás, había estado en el hospital, no podía creer cuan mal estaba, como era de esperar, los doctores solo mandaban pastillas, reposo y sus formulas mal escritas, recuerdo aquella noche, fue una de las peores que he vivido.
Caí al suelo, con un profundo dolor en mi corazón, era una punzada fuerte, comencé a sudar frío, estuve fuera de mi por un momento, me vi en el frío suelo, destrozado, me llevaron rápidamente a urgencias, me entraron en silla de ruedas y luego me pasaron a una camilla, la enfermera sin delicadeza alguna tomó mi mano, colocó una destroza, era fría, sentí como aquel liquido recorría mis venas, desde mi mano hacia el resto del cuerpo, me congelaba en ese lugar, llegó mi madre, me cubrió con algo, no recuerdo que era, luego un doctor, me hizo levantar en mi estado, no pude con mi alma, estaba demasiado débil, el dolor era muy intenso, terminó de recetar los medicamentos y luego esperamos a que el liquido de la destroza entrara por completo dentro de mi, me dormí, luego desperté, ya era momento de irnos, estaba un poco mejor, pero no del todo.
Al llegar a mi casa, fui para mi cama, allí me tendí, después de varios días comencé a hablar con alguien, esa persona es muy atenta, estaba pendiente de mi salud y me cuidaba, comencé a contarle cosas, a hablar mucho con ella, luego no pasaba ningún día en el que no habláramos, se convirtió en un ángel, sí, eso es ella, nadie puede conseguir una persona así de hermosa en el mundo, tuve suerte, supe que había encontrado un tesoro, así como la luna, ella estuvo conmigo cada noche en la que me mantuve enfermo, hasta que me recuperé completamente.



Ella logró abrir mi corazón de una manera que nadie nunca ha podido, ella sabe como soy desde la raíz de mis pensamientos, ella logró hacerme ver, que existía una persona en la que podía confiar ciegamente, confío tanto en ella, que podría colocar mi vida en sus manos y sé que estaré seguro. Sí, todo eso puede ser posible cuando encuentras a esa hermosa persona que está hecha para ti.
Durante mucho tiempo caminé en la oscuridad, sin poder ver verdaderamente la claridad de la luna, aquel oscuro camino que me conducía a ningún lugar, caminé sin razón, caminé por caminar, siempre han dicho que encontrarás lo que buscas, si dejas de ir por eso, no tenía planeado encontrar esa hermosa luz, que llegó resplandeciente a mi vida, que me llenó de felicidad, de una sonrisa a cada instante, me llenó de ella, no solamente era una luz, ella es una luna, mi luna, la que me guía y me cuida en la oscuridad, la que sin importar que suceda está allí, porque ella es así. A veces tengo miedo de que sea solo un sueño, a veces tengo miedo de despertar y que no esté, pero allí siempre está, nunca falta, ella es real, hasta en mis sueños.
Ella es dulce, cariñosa, sincera, de ideas fijas, es cierto que no existen personas perfectas, pero ella es perfecta para mi, de un corazón tan puro, que odio a todo aquel que la haga sufrir, ella merece lo mejor de este mundo, ella merece siempre sonreír, ese es mi trabajo, mi gloriosa labor, hacerla sonreír, cuidar de ella, mantenerla estable, a veces se me sale de las manos, eso me frustra, pero intento hacer todo lo posible por que sea feliz, porque su felicidad, con toda la razón del mundo es mi felicidad.
Es mi luna, porque aunque la vea y pueda hablarle, no puedo estar con ella, pero ilumina mi camino y sé que algún día, ese camino, me hará llegar a su lado, para poder tomarla de la mano y decir orgulloso de que aquella mujer, aquel ángel, aquella luz, siempre estuvo hecha para mi.





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